La preocupación de muchos diseñadores cuando elaboran un producto es principalmente la parte estética, vinculada con el impacto, la innovación y el respeto a los principios del diseño; de manera que lo creado llegue con efectividad al público deseado y produzca un cambio o genere una actitud.
Legítima, sin duda, pero muy pocas veces en esa preocupación inicial ingresa el tema de la accesibilidad para personas con discapacidad.
Según estadísticas de la Organización Mundial de la salud, un aproximado de 15 % de la población mundial tiene de algún tipo de discapacidad (clic en este enlace). Si extrapolamos este porcentaje a la realidad boliviana, tendríamos aproximadamente más de un millón y medio de personas con discapacidad (sea transitoria o permanente), considerando que somos aproximadamente 11 millones de habitantes.
Como ejemplo y ante esta realidad, si un diseñador elabora un contenido para cualquier público y no toma en cuenta a ese porcentaje, estará perdiendo la llegada a una gran cantidad de personas. Y este hecho no tiene que ver solamente con el impacto masivo del mensaje, sino además con una situación discriminatoria (así sea involuntaria).
Probablemente también suceda, cuando se habla de diseño accesible, que el diseñador piense que va a añadir más horas de trabajo al producto final. Si bien esto tiene algo de verdad, también es importante indicar que ese tiempo añadido generará un alcance mayor.
El diseño accesible es transversal y no debe necesariamente afectar la estética de los productos. En muchos casos para añadir accesibilidad solamente se requiere de detalles, el uso de herramientas básicas o simplemente incorporar ciertos elementos que mejorarán el acceso del contenido a un público mayor.
Los tipos de discapacidad
La discapacidad no es una sola, existen decenas, sino cientos de tipos de discapacidad. Realidad intimidatoria que puede volverse más comprensible si la catalogamos esencialmente en 5 tipos mayores:
- Discapacidad visual
- Discapacidad física o motora
- Discapacidad mental o psíquica
- Discapacidad auditiva
- Discapacidad intelectual
En mi experiencia personal trabajando para estos públicos, he podido aprender ciertas técnicas que me ayudaron a desarrollar productos más accesibles. Las comparto con ustedes en este breve artículo.
Discapacidad visual y baja visión
Para personas con baja visión, trata de no utilizar letra muy pequeña. Utiliza combinaciones de color que favorezcan el contraste (aquí un enlace a un sitio web que ayudará con ello). No emplees fuentes muy distorsionadas o que dificulten la lectura. Trata de evitar la sobre posición de elementos, que cada uno tenga su espacio en particular cuando utilices fondos con textura.
Las personas ciegas no necesariamente pueden dejar de disfrutar de tu diseño. Recuerda que una de las características del diseño contemporáneo es su capacidad de emplear recursos multimedia. Si realizas un diseño, puedes incorporar una plantilla básica impresa en Braille. Para obtener una impresión básica en este sistema de escritura, puedes acudir a los Institutos de la Ceguera de todo el País.
Otro elemento que puede ayudar es el uso de QR codes, los cuales, impresos en el diseño, pueden vincular el contenido a un sitio multimedia con audio descripciones.
En el caso de diseño de páginas web, existen muchos plugins de lectura de texto o de complementos para la mejor visibilidad de la página. Como ejemplo, en esta página se emplea el complemento para WordPress llamado One Click Accessibility
Si eres diseñador web, recuerda utilizar el texto alterno (alt text) y escribir una buena descripción del contenido de las fotografías que emplees. Así la persona ciega al colocar el cursor encima podrá conocer mejor lo retratado. Presiona aquí para aprender un poco más del texto alterno o alternativo.
Discapacidad física
Afortunadamente para la discapacidad física o motora las barreras para apreciar lo visual son menores. Los problemas pueden surgir cuando desarrollamos interfaces para productos interactivos como aplicaciones, juegos o páginas web.
La baja movilidad en extremidades (especialmente brazos o manos) dificulta el uso de interfaces. Los botones o llamadas a la acción, deben ser lo suficientemente grandes y con el contraste apropiado. Las animaciones no deben dificultar el acceso a “hotspots” o espacios para hacer clic.
Si es posible, podría existir una versión sin animaciones o con una herramienta para bloquearlas.
Discapacidad mental o psíquica
Aquí entra probablemente una de los retos más complejos del diseño gráfico, sobre una frase atribuida a Paul Rand:
“El diseño es simple, por eso es tan complicado.”
Paul Rand
Las personas con discapacidad mental o psíquica apreciarán mejor la sencillez. Lo complejo puede confundir.
La sencillez también tiene que ver con la redacción de los mensajes. Este reto, que si bien puede aplicarse a todo contexto, permitirá que lo escrito en su simpleza llegue a personas que podrían tener dificultades en la comprensión de las palabras y su construcción sintáctica.
Muchas personas también padecen de epilepsia o son muy sensibles a movimientos y transiciones de colores. Por ello procura apelar a la simpleza también en la construcción audiovisual o multimedia.
Discapacidad auditiva
Las personas que han nacido con esta discapacidad aprenden el lenguaje en una sintaxis diferente (tanto hablado como escrito). Usualmente tienden a anular los artículos en las oraciones, utilizando sólo sujetos o verbos. Por ello, trata siempre de simplificar los mensajes importantes. Puedes utilizar negrillas (black o bold) en los sujetos o verbos de una oración principal. Esto facilitará la comprensión de lo dicho, excluyendo los artículos.
En el caso de productos multimedia, si empleas locución o música puedes añadir una pista de subtítulos. Afortunadamente plataformas como Youtube o Facebook ya permiten su incorporación.
Si es un producto publicitario, un recuadro con un traductor de lengua de señas (persona) será sin duda muy útil.
En infografías animadas para redes sociales, redunda lo dicho por la locución con animaciones simples de texto. Este recurso no solamente ayudará en la llegada del mensaje a personas sordas, sino además mejorará el impacto global de tu mensaje.
Discapacidad intelectual
La discapacidad intelectual es muy variada, con diferentes niveles o grados. Por ello, volvemos aquí al tema de la simpleza.
Los textos escritos deberán tener la claridad suficiente para ser comprendidos por todos. Si bien esta es una recomendación casi obvia cuando se aprende diseño gráfico, muchas veces la olvidamos al ponernos demasiado creativos con los juegos de palabras o dobles sentidos.
No des muchas cosas por sentadas, por ejemplo, no asumas que todas las personas harán clic sólo por el hecho de presentar un botón. El clásico “haz clic aquí” o “presiona aquí para más información” ayudará bastante.
Puedes también intentar jugar con elementos visuales que cuenten una historia. Que todo lo visible pueda ser comprendido sin el texto presente… ¿es esto posible?… asumo que sí… al menos el reto está planteado.
Para concluir
Espero estas recomendaciones sean de utilidad en tu trabajo. Recuerda que en el directorio de recursos de PSDCrazy, existen listadas herramientas de accesibilidad.
Adicionalmente, si eres docente de diseño y tienes algún estudiante con discapacidad, puedes acudir a las guías publicadas por el sitio Sobre Todo Personas con o sin discapacidad haciendo clic en este enlace.
